Ginecomastia
Es una palabra que significa desde su etimología “tener mamas similares a las de la mujer”. Médicamente se refiere al excesivo volumen de las mamas de un hombre, que se suele producir por una alteración hormonal, pudiendo afectar tanto a las dos mamas como solo a una. Ese exceso de las glándulas mamarias se puede deber tanto a un elevado volumen del componente glandular mamario, como a un mayor componente graso.
No existe una causa común conocida como origen de la Ginecomastia, si bien se sabe que algunos medicamentos y drogas tienen una relación directa con este sobre desarrollo de la mama en el hombre. También determinados problemas médicos pueden estar asociados, como el exceso de prolactina en sangre (hiperprolactinemia) o el exceso de estrógenos en el organismo (hiperestrogenismo) derivado de una patología metabólica o por consumo tras someterse a un tratamiento con estrógenos. En este último caso se distingue entre Pseudo-Ginecomastia (se desarrollan acúmulos de grasa en forma de mama) y la propia Ginecomastia (si se llegan a desarrollar verdaderas mamas). También se puede producir una Pseudo-Ginecomastia en casos de obesidad.
En mayor o menor grado, la Ginecomastia afecta a más de un 50% de los hombres, convirtiéndose en la patología de la mama más habitual en el sexo masculino. Un problema bastante común del que aún se habla poco.
El procedimiento de reducción de la mama
es una cirugía de gran utilidad en pacientes que se preocupan por su apariencia, ya que se consigue un tórax bien contorneado, firme y plano.
La cirugía para la corrección de la Ginecomastia (Mamoplastia de reducción en el varón) es recomendada para pacientes de cualquier edad, sanos y sin otras patologías previas, que presenten estabilidad emocional.
El procedimiento quirúrgico puede consistir en quitar la grasa y el tejido glandular de las mamas, aunque en ocasiones se puede llegar a tener que extirpar la piel sobrante. Una piel firme y elástica que consiga adaptarse al nuevo contorno del pecho asegurará un mejor resultado.